My new friend in the dark

Kyoto/Japón
08/07/1988
[3 años]

—¿Vacaciones?—

Un pelinegro de apenas unos 90cm de altura se encontraba sentado en un pupitre practicando su caligrafia en el momento en el que su padre ingresaba con aquel gran anuncio. Tuvo que apartar la mirada del las hojas para mirar la cara del mayor, quien tenia una expresion serena y se acercaba a paso lento al pupitre.

—puedes tomarlo como vacaciones, pero sera una escuela al lugar al que iras, seguiras aprendiendo tanto como lo haz hecho hasta ahora—

Diria el mayor tomandole de la mano para ayudarlo a levantarse del asiento con cuidado.

—yo te llevare y me asegurare de que tu trato sea cordial, siempre y cuando tu no te comportes de mala manera vas a regresar cuanto antes a casa—

Palabras "dulces" viniendo de ese hombre realmente no podian significar nada bueno, después de todo cada cosa que hacia estaba medida con vara para que saliera milimetricamente como lo planeaba, pero, ¿cómo podia un niño de tres años darse cuenta de eso? Era imposible.

—¿Pierre va a venir?—

Su mirada se paseo por la habitacion hasta dar con el pupitre contiguo al suyo en el cual se encontraba su hermano, un año mayor tan solo y castaño con las mejillas sonrosadas al contrario del pelinegro que era bastante blanco, si no tuviera el iris de sus ojos carmesíes podria confundirse con un cadaver dada la poca exposición al sol.

—Él no puede, es el futuro de la familia y ya que tu no tienes un puesto inmediato eres un candidato perfecto... Si logras el objetivo tendrás una clara ventaja sobre Pietre, así que anda, despidete de tu madre tus maletas ya estan preparadas para que partas—

Toda esa palabrería no tenía el más mínimo sentido para el infante, solo entendio que su hermano no iría y que ya se hacia tarde. Se despidio con la mano de su hermano y siguió de cerca a su padre quien emprendia la marcha fuera de la habitación, en el camino hacia la habitación gracil y delicada su madre se precipito hacia el niño y le rodeo con sus brazos, cubriendo gran parte de su cuerpo con un fino kimono amarillo. No tardo en darse cuenta de que algo estaba mal cuando alzo la vista y por las mejillas de ella descendian una lágrima tras otra, su reacción inicial fue llevar ambas manos al rostro ajeno y limpiar este.

—¿por qué mamá esta triste?—

Siempre quiso la explicación de todo lo que no entendía pero era imposible preguntarle con seguridad a su padre.

—porque van a alejar a uno de mis Gorriones de mi lado... y eso me parte el alma...—

Dijo con dulzura para tranquilizarlo pero obviamente consiguio el efecto contrario a eso. Jean Paul su padre se acerco y se acuclillo hasta estar a la altura de su mujer y apoyo la mano diestra en la cabeza del niño y la siniestra en el hombro de la chica. Tras despeinar al pelinegro sonrió, se podria decir que con aires de desgraciado.

—Entre más rápido hagas las cosas más pronto podrás volver con tu madre, ¿no quieres que ella este triste cierto?—

Negó a la pregunta de su padre y luego con sus bracitos abrazo a su madre con toda la fuerza que tenia en esos momentos antes de que les separaran puesto que ya se hacia tarde. Y tan fugaz como habia llegado a la habitación en una tarde lluviosa anunciando que Silvain se tenia que ir Jean Paul se lo llevo hasta Rumania.

[Bran/Rumania]
30/07/1988
[3 años]

—Tengo hambre señorita...—

Su costumbre a ver diferentes cara de sirvientas en su casa no le permitio asustarse cuando fue dejado al cuidado de una ¿enfermera? quizás lo era quizás no, solo sabia que ella se iba a encargar de cuidarlo hasta que fuera su padre de regreso.
Recien llegaba y ya los días habian sido bastante movidos, su padre se despidio y por primera vez en su vida sintio ganas de llorar sintiendose solo en aquel lugar tan inmenso, previamente hicieron algo a su cuerpo que no quedo grabado en su memoria, solo supo que se habia despertado muy cansado.

—oh! claro!—

Luego de chequearlo un poco la señora salio de la habitación dejandolo solo nuevamente, soledad que el chico aprovecho para cerrar los ojos y volver a los brazos de morfeo. Su sueño se vio interrumpido por la misma señora que le habia llevado una bandeja de comida, habia pasado un dia tranquilo, estudiando como siempre hasta que la alarma comenzo a sonar, fatidica como ella sola, no tenia idea de que estaba pasando solo que fuera de su habitación se escuchaban demasiadas pisadas.

—¿qué esta pasando?—

su curiosidad era bastante y no podia concentrarse por el ruido de la alarma, tampoco por el ruido de las personas hablando fuera del corredor dandose órdenes de busqueda.

—si no te concentras en tus deberes no haras que tu padre este orgulloso y no volveras a abrazar a tu mami pronto...—

Las distracciones no estaban permitidas en su vida, pero eso era algo que no iba a entender si no hasta años más tardes. Aquel día mientras la alarma sonaba pudo escuchar muy a lo lejos un gruñido, si curiosidad de infante le decia que preguntará pero todavia no terminaba los deberes así que negó y siguio su caligrafia.

19/08/1988
[3 años]
Primer encuentro

En sus sueños constantemente seguía apareciendo aquel rugido/gruñido que habia escuchado muchos días atrás, como a todo niño la idea de ver una criatura tan enorme para poder escuchar su rugido desde su cuarto era algo realmente cautivador. Ya que su comportamiento era excelente como se esperaba de él no tenia la necesidad de ser cuidado por un guardia y a pesar de que en esos días estuvo sintiendose muy debil la curiosidad le dio fuerzas para salir al oscuro pasillo esa noche. Recorrio con pasos lentos por los pasillos esperando escuchar aquel ruido nuevamente, pero lastimosamente no se hacia presente y cada vez se alejaba mas de su habitación, hasta que escucho al final de otro pasillo que estaban buscando una criatura que se habia escapado, maravillado creyo que era el dueño del rugido así que de lejos siguio a aquel grupo del personal, pero, pronto se encontro sintiendose observado cada vez más y sin ningún aviso tuvo un brote de energía muy potente, sentía como dentro de si algo vibraba, se dio vuelta y se encontro con una gran criatura, mucho más con filosos dientes y una aparente oscuridad rodeándola, parecían mantos bastante oscuros, criatura que estuvo a punto de lanzarse encima, fue justo en ese momento que experimento por primera vez la adrenalina en su vida, incapaz de gritar observo como del suelo se elevaba la sombra que hacia sobre aquella criatura se alzaba hasta superar su tamaño y lo cubria por completo, también logro escuchar las voces de las personas a las que perseguia cada vez mas cerca hasta que su sombra lo cubrio por completo.

—¿Hola?...—

Oscuridad, por aquí, por allá, sobre él, debajo, frente y cuando trato de voltearse también hubo oscuridad, fue desesperante en parte, trato de caminar o agarrar algo siendo incapaz, no podia tocar absolutamente nada. Pasaron segundos, minutos, una eternidad para el infante, una eternidad en la que deseo salir de aquella oscuridad e ir a los brazos de su madre y sin previo aviso sintio como su fuerza volvió a abandonarlo y se sintio extraido de aquel lugar.

—¿cómo diablos hizo eso?—

—no tengo idea, seguramente es de otra sección—

—¡Solo impidan que la criatura vuelva a escapar!—

Voces, las escuchaba muy muy lejanas y pronto volvio esa oscuridad, pero esta vez no era una que sentia eterna, fue una oscuridad que paso muy rápido. Cuando volvio a abrir los ojos habian pasado cinco días.

—por fin despiertas niño! me tenias preocupada! y molesta!—

No iba a pasar por alto el hecho de que se habia escapado de su habitación pero en ese momento poco le importaba aquello. El pelinegro no dijo una palabra más que unas disculpas por lo que hizo, se sentía culpable por la catedra de aquella señora en la que le dijo que pudo haber muerto. Otra cosa que cambio, fue que en su habitación estaba dicha criatura que lo habia asustado y cada día se debilitaba más, mientras que el se sentía renovado.

[Rumania]
17/03/1993
[8 años]

Su día a día era bastante monotono, revisiones, deberes, hasta la comida le parecia aburrida, se sabia de memoria cada cosa que estudiaba, partituras de piano un poco complicadas, no habia vuelto a escuchar algo fuera de lugar, aunque habian cambiado bastantes cosas tales como el trato especial que tenia con su sombra, al no tener amigos su día se reducia a compartir con ella y tratarla como si fuera una especie de mascota. Por las noches el deseo de salir nuevamente a recorrer aquel lugar y ver si podia encontrar a la dichosa criatura; que años atrás estuvo seguro de escuchar; le invadian cada fibra de su ser hasta que una noche, guiado por su sombra termino cerca de la entrada hacia unas escaleras, la lógica le decia que no debia meterse en ese lugar pero su afinadisimo oído le decia lo contrario pues escucho a lo lejos unos gritos muy enojados.

—no deberiamos estar aquí...—

Habria susurrado a su sombra pero cada vez los gritos eran mas cercanos habia algo de seguridad, pero gracias a su sombra podia esquivar vistas con facilidad, así llego hasta la celda poco iluminada de una niña, si, se notaba que era una niña, Su pequeño rostro enmarcado por el cabello plateado y sus ojos azules que denotaban ira... no era algo más que eso era odio.

—hola...—

Tras haberse quedado un rato muy largo mirando a la chica luchar sin descanso; aunque desde su punto de vista podia ser solo un berrinche; se acerco.

—¿por qué estas tan molesta?—

—¡NO VES QUE ESTOY ENCADENADA?—

Gritaria señalandose los grilletes del cuello y brazos. Grilletes los cuales la mirada del más joven perseguirian cual felino.

—¡ENCADENADA COMO UN MONSTRUO!—

Terminaria por decir la chica encadenada, este sin sentir miedo en absoluto por verla un poco más pequeña se acercaria aun más.

—no me parece que seas un monstruo, eres muy bonita como mi mamá... así que no puedes ser un monstruo!—

En su rostro se mostraria una sonrisa gentil, mientras se sentaba frente a ella.

—¿por qué estas aquí abajo?—

La curiosidad podría más con el chico o tal vez fuera solo que no tenía tanto sentido del peligro.

—¡POR QUE SON UNOS IMBECILES QUE NO ME QUIEREN DEJAR IR! ¡SON TODOS UNOS IDIOTAS!—

Gritaria alterandose de nuevo mientras se movia freneticamente volviendo a batir las cadenas. Y aun siguió sin asustar ni un apice al pelinegro, aunque no se percato de que el guardia le habia encontrado y tomado de un brazo.

Días posteriores la seguridad se habia duplicado pero Silvain seguia acercandose y esquivando a los guardias para hablar más con la chica, le resultaba muy curiosa y en mas de una ocasión busco llevarle comida y dibujos que hizo para enseñarle cosas, viendo que más allá de tanta rabia realmente habia una niña muy tranquila como él.





[Rumania]
24/12/1993
[8 años]

—es demasiado... son... muchos deberes para mi...—

Su queja no seria escuchada, pero debia intentarlo, haria cualquier cosa por su madre, no obstante estaba demasiado agobiado para aceptar tan facil tener que aprender otra disciplina. De igual manera como era de esperarse no pudo negarse y ese mismo día inicio las practicas, su profesora fue algo ruda con respecto a su postura y antes de finalizar el día el joven ya estaba bastante cansado.

Se tumbo en su cama esperando, ansiando que aquella vida parara, pruebas, disciplinas, practicas de idiomas, etc, para un niño de 8 años era mas que solo agobiante. Tras cerrar los ojos se habia quedado dormido y sin embargo no paso mucho tiempo para que despertara sobresaltado, nuevamente las alarmas se habian disparado como una vez lo hicieron hacia años, deseoso de saber que habia podido ser el azabache se sento y mando un fragmento de su sombra fuera de la habitación, cuando esta regreso el pelinegro se levanto de la cama, esta le advertía que todo estaba en llamas y cuando menos se lo espero la puerta de su habitación se abrio de golpe siendo desprendida de sus goznes, tras ella se asomo esa nena a la que visitaba con frecuencia.

—Si no quieres ser más un ratón de laboratorio, te vienes conmigo—

Decia tan tranquila que no parecia ella. El chico dudo por unos segundos y luego se acerco con paso firme.

—a donde iremos?—

Pregunto al percatarse de que estaba realmente muy lejos de su hogar.

—A donde sea que no sea aquí—

Respondio ella toscamente al momento de empezar a alejarse, este no pregunto nada más y le siguio de cerca, al ver el desastre que les rodeaba mientras salian de aquel lugar le dejo una sensación de libertad. Si de algo estaba seguro era de que no volveria a ser encerrado contra su voluntad. Tomo la mano de la chica y se encamino con ella sin rumbo, siendo ese el inicio de su primera amistad verdadera.

[Hogwarts]
[1998]
[13 años]

Todo estaba completamente oscuro, una sensación que lo calmaba ya que estaba familiarizado con ella. Duro rato en ese estado, sentia como era transportado pero sus ojos estaban demasiado pesados para abrirlos.

—Hey... dime que paso?—

Esa voz que ya conocia perfectamente le estaba hablando y por fin pudo separar los parpados, y la primera cara familiar con la que su vista se encontro fue con la de Dicaprio. Esa cara que el profesor mostraba era de preocupación, cosa que al pelinegro no lo hizo sentir mejor, nunca quiso verse o aparentar ser debil frente a la persona que mas idolatraba desde que se quedo sin familia.

—yo... lo lamento... solo... me excedi un poco...—





[Minutos antes de la tragedia]

—Son de ciervos que acabo de cazar—

Mencionaba la profesora Lenna mientras colocaba frente a cada alumnos un cerebro al cual se le veia fresco, no se puede negar(?).

—van a cortarlo milimetricamente con el seccionador que les acabo de enseñar—

Ordeno y los jovenes empezaron su labor salpicando sangre sin intenciones. Debido al asco que el pelinegro sentia por manchar su ropa simplemente se cubrio del cuello para abajo con su sombra, bajo esa capa protectora por supuesto que no se mancho la ropa como sus compañeros, pero se empezaba a sentir sin fuerzas poco a poco dado que al tener 13 años su dominio de la sombra era muy inestable todavia.

Al terminar la clase todos fueron saliendo poco a poco del salón, solo Guadalupe y Liam quedaban aun.

—crees que ya empezo el entrenamiento?—

La joven le preguntaba a su compañero de casa y mientras se respondian el azabache guardaba sus cosas y regresaba la sombra a su lugar, ya bastante debilitado por el uso prolongado de su habilidad termino desplomandose al piso inconsciente. Sus compañeros llamaron al sanador de turno que casualmente también era el padre adoptivo del adepto. Fue transportado a la enfermeria donde le auxiliaron y despertaron.

[de regreso al principio]

—tienes que tener cuidado con esa habilidad... podrias morir y ni yo ni tu hermana queremos eso...—

Sin animos de regañar el mayor hablaba con suavidad para no hacerle sentir recriminado pero de igual manera él lo sentia así, ver a su hermana preocupada y a la pequeña gry que se la pasaba pegada a el le dolio bastante y simplemente se limito a asentir a las palabras de Dicaprio para volver a hacerse el dormido.

[Emporio/Callejon Diagon/Londres]
[1913/dias antes de la tragedia]
[15 años]

—Riritu!!! deja de usar perfume...—

Su nariz estaba atisborrada de aquel dulce olor que el pelinegro creia era un perfume y que la pelirroja se habia bañado en el. Desviando el rostro buscaba taparse un poco la nariz.

—no estoy usando ningun perfume!!—

Se defendia la pelirroja, pero no contaba con que la asombrosa Dysaster estaba allí para apoyar al pelinegro.

—Didii! verdad que huele fuerte el perfume de Riritu?—

—si! totalmente!—

Ambos adeptos estaban mareandose por las feromonas que soltaba la Semi-Veela sin que ella misma lo supiera. Un olor bastante dulce y atrayente, tanto la platinada como el pelinegro estaban sucumbiendo ante el, pero sin previo aviso la platinada se cayo de cara al piso, aterrizando sobre su rostro, ¿cómo se cayo? eso es un misterio sin resolver a Día de hoy(?), su nariz se tapo a causa del madrazo y aquel eclipsante olor dejo de afectarla. No obstante para el chico era distinto, sus mejillas se habian tornado rojizas y su plan estrategico fue alejarse lo más que pudo, yendo nuevamente tras el mostrador y sentandose lejos de Lilith, lastima que Dysaster sin meditar o avisar le lanzo un paquete de carton dandole de lleno en la nariz, but por cuestiones de altura, masa y sorpresa el muchacho se echo hacia atrás y la butaca cedio ante el peso cayendo hacia atrás, razón por la cual esta más pendejo por el putazo en la cabeza que se llevo.




[Horas más tarde]

—PERO VENTE! PERO VENTE!!—

La voz de la platinada resonaba por toda la tienda mientras lanzaba un paquete en llamas hacia el azabache quien se cubrio a tiempo con la sombra para evitar ser golpeado por dicho objeto.

—MI CACHORRO DIDII! MI CACHORRO!—

Decia este mirando como la platinada seguia de violenta y le partia un banquito a la pelirroja encima, cabe destacar que la desmayo.

—Didii... ahora si la mataste...—

Le decia el pelinegro con dramatismo(?) mientras le picaba la pierna a la Semi-Veela.

[mucho rato más tarde]

El pelinegro se encontraba lanzandole un zapato a la platinada dandole en la cabeza.

—PERO VISTE QUE TU TAMBIÉN ME BUSCAS?—

Decia esta mientras le devolvia el zapato encendido y le pegaba en la cabeza también quemando su boina.

—ustedes son muy agresivos...—

Sentencio Lilith antes de clavarle una daga a Didii en la pierna, el pelinegro habia procedido a recostarse de las piernas de la chica antes de sentir el peso de algo en la espalda, pues si, Dysaster le rompio una silla en llamas a Lilith encima, silla la cual le pego a él también y lo desmayo.

—deberia despertarlo?—

Cameron pensaba en voz alta para si misma, puesto que el sweater del adepto de sombra se estaba quemando, una vez lo despertaron, el no pensó en quitarse el sweater, el atino a caerse a sombrazos la espalda para apagar el fuego quedando con algunos cardenales morados luego.

[Sala comun de Gryffindor/Hogwarts]
[Año 1998]
[13 años]

—Así es... tengo una habilidad especial... aun no soy tan fuerte con ella... pero puedo hacer algunas cosas—

Su rostro mostro una gentil sonrisa; sonrisa la cual enmarcaban unos pequeños colmillos filosos; a la pequeña rubia sentada frente a él, su nueva amiga con la cual se lanzo de las escaleras del segundo piso a ver si desde allí ya se podían partir la madre, si es que lo dice su papá, pa tonto se nace(?).

—me podrias enseñar?—

Pregunto ella con los ojos brillantes de curiosidad.

—claro~—

Así fue como este tomo un libro entre sus manos y se volvio hacia ella con el libro abierto, pronto utilizando su habilidad elimino todo rastro de luz de las paginas y encuadernado dejando el libro completamente oscuro. Seguido observo el rostro de la niña que estaba sorprendida.



—esto no es algo tan sorprendente...—

Tampoco queria ser demasiado egocentrico sabiendo que aun no controlaba todo ese poder que habia desarrollado.

—¿qué más puedes hacer?—

Realmente eran una pregunta tras otra las cuales lo pusieron nervioso por que no sabia como responder concretamente.

—puedo comerla! ¿t-te muestro?—

Solto por salir del paso, pero no se esperaba que ella aceptara. Acuclillandose en el suelo frente a la chiquilla; quien se sento en el suelo sin temor a ensuciarse con el polvo; este introdujo la mano en la sombra de ella para sacarla y traerse consigo la sombra como si fuera una especie de cuerda, una cuerda negra neblinosa que se deshacia y volvia a formarse en segundos, esto lo llevo a sus labios y empezo a succionarla con cuidado, asegurandose de que la menor lo viera.

—nee nee ChibiChan~ tu sombra sabe dulce~ me gusta...—

Fue lo unico que se le ocurrio decir luego de comer por un ratito, y puestos a que no le gustaba el dulce se sintio extrañado del por que le gusto el sabor de la sombra de la menor.

[Hogwarts]
[Resumen de los años en el colegio haciendo marisqueras]
[16-20 años]

Mientras que su mente nombraba los materiales a utilizar en las clases con la varita apuntaba hacia los estantes del salon de pociones, con efusiva flojera no se habria movido siquiera de su puesto, aquel puesto alejado de todos sus compañeros cual lobo solitario.

—Accio!—

Con la mirada observaba como los demás buscaban los materiales en los respectivos estantes y él tan solo alzo la sombra del suelo en delgadas ramificaciones para atrapar cada uno de los materiales que conjuro para que vinieran hacia sus manos, que no llegaron ya que la sombra habria atrapado todo para acomodarlo en la mesa.

—gracias Yoru...—

y asi se repetiria una y otra vez clase tras clase en la que pudiera gozar de su flojera, a veces quería saber que pensaba su querida prima Lyra de su flojera por no dignarse a levantarse para buscar las cosas ya que ella habia sido testigo de eso mas de una vez.

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—¿por qué siempre utiliza la sombra?—

Aquel hombre mayor de unos 150 años más años menos dicho por el mismisimo Harry Potta se encontraba dandoles clases de herbologia haciendoles sacar mandragoras otra vez, una pesadilla para el pelinegro.

—por que le encanta usar su sombra—

Lupe habria respondido antes que el portador de la sombra, algo muy cierto, al fin y al cabo si habian experimentado con él y habían logrado que controlara la sombra ¿por qué se cortaria de utilizarlo?. Y simplemente se seguiria ayudando de "Yoru" para que sus manos no tocaran la tierra.

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Notando que Haile y Bary llevaban siempre sus respectivos sombreros y que no solian quitarselos no tenia otro modo de hacerles mimos más que alargar a "Yoru" para poderles despeinar el cabello por debajo de ambos sombreros al mismo tiempo.

—¿no quieren que los deje solos? si prefieren que Bary te adopte solo...—

Estos celos me hacen daño menloquecen, su tono reflejaba la carencia de buen humor que le provocaba verlos a Haile y a Bary susurrandose, excluyendolo de sus conversaciones, eso le hacia crecer varias inseguridades que para el adepto era como notar una debilidad y pronto la frustración, ese sentimiento frustrante lo obligaba a ocultarse tras una coraza de malas respuestas y claro, como no golpes leves de la sombra en la cabeza del muchacho pecoso para que le tomaran en cuenta.

—¿acaso no puedes pegar mas fuerte?—

El perteneciente a Slytherin habia empezado un reto por milesima vez.

—sabes que jamas te lastimaria en serio...—

[Hogwarts]
[15 años]

¿Cuanto tiempo habia pasado así?
¿Cómo habia pasado eso?
¿En que momento dejo que se acercaran tanto?

Su cuerpo estaba temblando tanto, sus sentidos estaban abrumados en mas de un sentido, a pesar de que siempre solia ser agíl y sus sentidos estaban siempre alerta y sin embargo no pudo hacerse cargo cuando su sombra se habia desbordado y descontrolado saliendo del suelo y de las paredes dando vueltas a su alrededor.

—Esta bien... esta todo bien... solo calmate—

La voz de Stephan estaba traspasando la barrera oscura poco a poco haciendo que saliera de su pequeño mundo mental, noto como su sombra estaba golpeando la mano de plata del mayor buscando que se alejara por creerlo una amenaza.

—Solo calmate joven Silvain...—

Por mas que trataba de que sus palabras sonaran calmadas la realidad es que iba alejandose por precaución. A la par el adepto se sentia bastante impotente por no poder controlarse y por no poder calmar a "Yoru" logrando solo que la sombra saliera mas de su control y se ramificara con más potencia.






—¿qué sucede?—

La voz de un pelinegro se empezaba a hacer presente, por supuesto varita en mano ante la evidente amenaza que se cernía alrededor del muchacho. Camino hacía ambos y se quedo mirando al muchacho de orbes carmesí. Apunto la varita hacia la cabeza del muchacho.

—Profesor... vayase... por favor! vayanse! no quiero hacerles daño! deben huir...—

Su preocupación era demasiado grande, tanto como para darse cuenta de que el profesor le habia apuntado con la varita.

—Lusentium!—

Sus sentidos le abandonaron antes de que se diera cuenta, ambos profesores conjuraban lumos solem para que la sombra cediera, y así fue, a pesar de que ella empezara a absorber al muchacho y hacer que fuera cayendo dentro de la sombra cosa que no termino de pasar pues habia caído en brazos del profesor de cabellos ondulados. Quien le devolvio sus sentidos tras sentirlo mas calmado y lo termino cargando para llevarlo al salón de Sanación.

(Solo para aclarar esto no fue algo que paso dentro del holo, simplemente es para darle contexto a siguientes Paginas de Diario)
[Little Haglenton]
[1917]
[20 años]

Sus ahora tan acostumbrados paseos nocturnos cada vez se hacían más largos, saliendo del vecindario para caminar sin rumbo alguno hasta dar la vuelta y regresar a casa cansado, a ese lugar donde sabía que le esperaban su hermana, su padre y su madre, a veces pensaba en lo increíble que se había vuelto su vida, tenía una familia nuevamente, una familia a la que amaba y que lo amaba, su mejor amiga estaba lo más presente que se podía esperar de ella y había logrado hacer más de un amigo en todos esos años de colegio, por supuesto en comparación a Rumanía su vida era perfecta, no podía desear más nada pues ya sentía que lo tenía todo.

—fue un poco difícil dar contigo... No creímos que por voluntad propia decidieras separarte de ella—

Una voz a sus espaldas le hizo salir de sus pensamientos y detenerse de su andar, en el fondo esa voz la reconocía, de alguien a quien quería borrar por completo. Dio la vuelta con lentitud, queriendo creer que ya se había vuelto loco pero no, allí en carne y hueso estaba aquel doctor que había experimentado con él años atrás; el encargado de que hoy en día pudiera coexistir con la oscuridad y depender de ella; junto con unos cuatro hombres más.

—es un placer verte, fue difícil dar contigo, bueno con ambos, veo que creciste mucho, recuerdo cuando apenas eras un pequeño que soñaba con ver un dragón por qué una noche lo escucho cuando fue malo y no se acostó a dormir como debería haber hecho~—

Podía llegar a marear con tanto parloteo y eso lo sabía el pelinegro quien dio un par de pasos hacia atrás atento a los movimientos de aquellos hombres.

—¿Que hace aquí? ¿Por qué aparece ahora?—

Justo cuando todo iba tan bien, ¿quizá era solo que la desgracia le perseguía?

—no me malinterpretes... Tú y tu amiga hicieron muchos desastres en nuestras instalaciones, es algo que tienen que pagar, no obstante te ofrezco la oportunidad de regresar sin pelear, el consejo decidió recuperar lo que es suyo y tú, eres parte de nosotros, tu padre te entrego, así que me gustaría que no te resistas, ¿no quieres terminar igual que tu amiga cierto?—

Ante la mención de lo último un escalofrío recorrió el cuerpo del muchacho y sus pupilas se dilataron un poco ¿Le habían hecho daño a Dysaster acaso?.

—¿terminar como mi amiga? ¿Qué le hicieron a Dysaster?—

Pregunto titubeante al mismo tiempo que su pecho empezaba a subir y bajar dando muestras de su creciente miedo y ansiedad.

Una sonrisa triunfal se asomó en los labios de aquel hombre.

—ella se resistió tanto que tuvimos que eliminarla... Al final ustedes no pueden excederse tanto por lo que en su frenesí se debilitó más rápido, fue todo un milagro que hubiera durado tanto peleando, sin embargo no fue algo que no pudiéramos controlar—

Escuchaba sus palabras, llenas de tanta seguridad que le parecía irreal, Dysaster no podía haber muerto, ella... Ella no podía morir, prometieron estar juntos siempre.

—es mentira... Lo que dices es mentira, Dysaster jamás se dejaría ganar por personas tan asquerosas como ustedes...—

Quería creer ciegamente en eso que decía a pesar de que la voz le estaba temblando a escalas inimaginables, el miedo en su interior se volvía cada vez más grande y bajo sus pies, la sombra empezaba a manifestarse, primero volviéndose una mancha sin forma y posteriormente agrandandose hasta que logró unirse con otras carencias de luz reflejadas en el suelo a su alrededor.

—¿Necesitas pruebas? Aquí tienes una—



Sacando del interior de su saco una bufanda blanca un poco rota la lanzo a los pies del adepto quien sin dudarlo se agachó hasta arrodillarse a tomarla entre sus manos, era una imitación tan exacta que creyó ciegamente en las palabras de aquel hombre, perdiendo la cordura por completo. Ignorando que la bufanda no olía a su mejor amiga. Las lágrimas una a una comenzarían a salir de sus lagrimales mientras su mente se quedaba en blanco.

_"Yo no creo que seas un monstruo"_

_"¿a dónde iremos?"_

_"cualquier lugar que no sea este"_

A pesar de haberse quedado en blanco frases del pasado empezarían a sonar en su cabeza, la voz de Dysaster diciendo tantas cosas lo abatió tanto que se rindió.

_"sabes lo que tienes que hacer ¿cierto?"_

Su propia voz en su mente se encontraba hablándole, pero a pesar de ser su voz sonaba distinto, sonaba con maldad, una maldad que desconocía podía albergar en su corazón.

_"ya no hay nada que hacer, si ella está muerta lo mejor es que me muera yo también"_

_"pffff! No creí que fueras tan débil para decir algo así! Dame el control, yo lo haré por ti, en vista de que no sirves para honrar su memoria tan siquiera"_

_"¿El control?"_

_"si... No hace falta que sea por mucho tiempo, yo me encargaré de impartir justicia por tu amiga muerta"_

_"está bien..."_

Fuera al ver abatido y arrodillado al joven los cuatro hombres empezaron a acercarse con las varitas en la mano, después de todo la sombra se había vuelto hostil a su alrededor impidiendo que se acercarán mucho al muchacho catatónico.

De pronto se escuchó una risa proveniente del adepto, al principio sutil, luego fue incrementándose haciéndole vibrar de cabeza a pies.

—si ella realmente está muerta, ustedes están igual o peor—

Escupió cada palabra con odio antes de levantarse con una rapidez y agilidad que casi no correspondían con su altura para luego tirar a un lado la bufanda. Los cuatro hombres que se habían acercado pararon en seco el lenguaje corporal del chico había cambiado drásticamente.

—¿Señor cómo procedemos?—

Se giró uno al doctor, mirándolo incrédulo.

—gejeeh... Tanto potencial aquí y ese inepto lo utiliza para agarrar cosas... Les doy la bienvenida a su muerte señoritas—

Sin darles tiempo a reaccionar algunas lanzas pequeñas de sombra salieron volando en dirección hacia esos hombres tras un movimiento amplio de su mano derecha, lanzas que se clavaron en sus cuerpos sin llegar a traspasar, haciendo que el dolor se hiciera presente en sus movimientos.

Las risas del adepto pronto empezaron a resonar por el pequeño parque en el que había sido interceptado, encontraba placer en la vista de aquellos hombres desesperados mientras el seguía acercándose y guiando lanzas de sombras hacia ellos una y otra vez hasta que no quedará lugar en el cual clavarse otra, y todo sin tocar al tipo aquel que había empezado todo.

—yo no comparto recuerdos con él pero tú te sientes como una amenaza...—

Diría fijándose en ese hombre y caminando hacia el con paso lento, notando las ganas de correr del contrario solo pudo empezar a reírse de nuevo cual psicópata. Habría estirado el brazo haciendo un ademán de agarre en el aire y volviendo a flexionar el brazo hacia su pecho, simultáneos a sus movimientos unos picos emergieron de la sombra del doctor y se clavaron en sus muslos impidiendo que pudiera moverse.

—Argh! Por favor... Perdoname la vida, tu amiga no está muerta, todo fue una mentira, solo queríamos que regresarán!—

Comenzaría a balbucear creyendo que con eso conseguiría el perdón del muchacho pero más que eso logro que el joven le sujetará de la corbata para alzarlo siendo más alto y fuerte no represento un problema separar sus pies del piso.

—gejeeh... ¿Entonces ella no murió?—

—no!! No lo hizo! Ella está viva! Por favor! No me mates... Haré lo que tú me pidas—

Sus palabras eran cada vez más entrecortadas debido a la falta de aire.

—ella no murió... Pero tú si—

[Caldero Chorreante/Callejon Diagon/Londres]
[1917/Horas antes de la tragedia]
[20 años]

Los nervios le carcomían lentamente desde aquel día, escribió la carta y salió en seguida al caldero chorreante. Varios días habían pasado en los que su rutina era la misma, levantarse, vestirse, comer un poco y salir al caldero a esperar a que Dysaster apareciera, su lechuza no había regresado por lo que seguramente no había entregado la carta aún y eso era lo que más le preocupaba ya que eso demostraba que aquel hombre no había jugado al decir que habían matado a Dysaster. No obstante le era imposible romper esa rutina que ya se había creado con la esperanza de que algún día ella llegará.

—ella no se dejaría vencer tan fácil... No... No lo haría... Igual que Yoru a mi su fuego la defendería...—

Luego de haber reflexionado tanto asumió que a él le había defendido su elemento, ya que en más de una ocasión lo hizo como al vincularse, como lo hizo aquel día que su paranoia le ganó y atacó a Stephan y a Ethan a los minutos. También contra aquel licántropo que se encontró meses más tarde.

Sumido en sus pensamientos; y visualizando las miles de maneras en las que su querida Dysaster saldría de aquel embrollo; no notaría que la puerta del local se había abierto y que por esta hacia acto de presencia la platinada, quien con rapidez se dirigió hacia donde se encontraba él. Al estar tan cerca el olor de ella le impregnó ambas cosas nasales y le obligó a salir de su pensamiento, lo sabía! Ella no podía estar muerta y su mente no podía jugarle una mala pasada ¿Cierto?.

Sin dudarlo le abrazo siendo correspondido por la más baja.

—me alegro de que estés bien.—

La conexión entre ambos adeptos resultaba innegable, tantos años juntos eran de lo más evidente.

Durante un rato estuvieron hablando de lo que había pasado, sintiendo la pesadez de la conversación y sintiéndose a su vez entendidos, no iba a haber manera de acabar con todo eso, no mientras fueran pacíficos.

Decidieron cambiar el rumbo de la conversación hasta que llegó Lynette.

La metamorfomaga se presentó muy distinta a como lo hacía normalmente, su hermoso cabello se encontraba "opacado" por colores oscuros, así mismo su semblante no era el mejor, en comparación con el de Dysaster si pero seguía sin ser lo suficientemente bueno.

—¿Iran está noche?—

Ambos adeptos la miraron con dudas, no se habían enterado de ninguna reunión o por lo menos no habían sido invitados. O quizás alguien estuvo tan ocupado yendo a buscar a Dysaster al caldero que no le prestó atención a aquella carta que le había mandado Fionn.

—¿A dónde?—

El pelinegro pregunto siendo evidente su falta de conocimiento.

—¿chicos no lo saben?—

En vista de que no Lynette se tomó un tiempo en responder. Al chico los nervios y la ansiedad lo tenían mal desde días previos así que su reacción a lo tardío que estaba hablando Lynette fue levantarse para imponerse en altura y pedir que terminara de hablar, lo cual fue un terrible error.

—Lyra murió...—

Sus palabras le cayeron como un balde de agua con hielo, tal fue el impacto que por un rato muy largo se negó.

—es mentira... Lyra no puede estar muerta... Solo... Solo no la han buscado como es debido!—

—ella no regreso... Fionn me lo dijo, le hice jurar que era verdad—

—Fionn no puede estar en lo cierto! Es mentira—

Sintió su cuerpo temblar bruscamente, su prima... Ella no podía estar muerta tampoco, era imposible, aparte de Dysaster, Lyra era la persona más fuerte que conocía. Poco a poco la mente empezaba a vaciarse y las piernas a dejarlo caer en una sombra tan inestable que un humano normal habría caído de una en el vacío que se creaba bajo ella.

Por un lado Dysaster estaba golpeando la silla, Lynette le escuchaba en silencio incapaz y el chico solo negaba en su mente una y otra vez.

¿Qué diablos era ese lugar? Se levantó observando a su alrededor, la sombra se tranquilizó por completo, en aquel lugar aparentemente estaban solo el y aquella chica que por algún motivo soltó un rayo de su cuerpo y tumbó unos tablones del techo. La curiosidad pudo más que él y a pesar de verla en ese estado solo se acercó.

—Oe~—

En su voz se escuchaba un cambio absoluto, más grave de lo normal y no tenía aquel acento refinado de siempre, por el contrario, era más burdo.

—oe~ autista! Te estoy hablando!—

Nuevamente se dirigió a ella que agotada se hizo bolita en el piso.

Al no recibir una respuesta movería la mano ampliamente, simultáneo al movimiento la sombra fue hacia Dysaster y la tomo del cuello para alzarla, lastimosamente la chica reaccionó mal y lanzó un rayo que al de ojos carmesí le pegó en de lleno en la pierna.

—sueltame...—

Pidió ella con la respiración entrecortada, más sin embargo eso solo le hizo reaccionar a él de mala manera.

—¿qué te pasa enferma? ¡Eso es peligroso!—

Y sin ningún tipo de miramientos le lanzó contra una de las columnas haciendo temblar la misma y dejando a Dysaster inconsciente. Sin embargo al no creer que le fuera a dejar inconsciente si no que ella atacaría hizo una barrera con la sombra esperando algún rayo, cuando se asomó y vio que estaba fuera de combate se acercó viendo que seguía produciendo chispas.

—creo que no debí hacer eso... Ahora no le voy a sacar información...—

Volviendo a mirar a su alrededor se dio cuenta de que sería un fastidio si empezaban a hacer preguntas por lo que se la llevó del establecimiento dejándola en un parque, no quería tenerla cerca cuando despertara, se veía peligrosa.

Iba a dar vueltas cuando de pronto le dijeron que tenía que asistir a un entrenamiento, al parecer ese día tenía un partido de algo y sinceramente no sabía nada pero decir la verdad no era parte de su ser así que trato de actuar normal.




[Fuera del estadio Milenial/Londres]
[Horas más tarde/Luego del partido]

Luego de rato escuchándolos decir cosas sin sentidos el Nippon empezaría a desesperarse.

—¿Saben dónde está mi casa?—

Y claro eso fue la cúspide de la estupidez para decir, por qué los otros dos no parecían tener suficientes neuronas.

Luego de un par de amenazas termino por lanzar un par de semiondas tangibles hacia su rostro para golpearle.

Ante el estupor de que realmente llegó a pegarle el Slytherin solo pudo sonreír.

—¿que paso que de pronto dejaste de golpear como gatito para golpear como un león?—

—Ya me cansé de ustedes, no me sirven para nada—

La palabra "gatito" sacaría al adepto de sus casillas y terminaría por irse de allí dándoles la espalda.

No obstante no creyó que fueran a llegar ambos a su casa confundidos.

—¿ahora me están acosando?—

Iba cruzando el cuarto para tomar algo de comer de las mesas en el centro y los vio recién entrando a ambos.

—pero si usted nos dijo que podíamos venir cuando quisiéramos...—

Por fin la pelirroja había hablado, de hecho el adepto acababa de percatarse de que el único que había hablado antes era el de las pecas.

—¿Ah si? Pues lo olvidé...—

Tras un intento de diálogo fallido por parte de Bary que terminó en que la sombra lo ahorcara y lo trajera hacia su dominador, posteriormente le tomaría con fuerza del mentón al pecoso por no responderle bien algo.

—¡No lastimes a mamá! ¿Papá que te pasa?—

Nuevamente sus sentidos se quedaron entumecidos ante la mención de esas dos palabras.

—¿mamá? Un... Chico no puede ser una madre...—

Y acto seguido llevaría su mano hacia la entrepierna del más bajo, palpando sin pena ni gloria, confirmando que si era chico(?).

—es lo que te he dicho siempre pero tú no me prestas atención...—

Una queja de parte de Bary no soluciono las cosas.

—¿Qué tipo de relación tenemos tu y yo?—

—somos amigos...—

—¿eres imbec*l? Los amigos no tienen hijos juntos!—

—¿Mejores amigos?—

—QUE LOS AMIGOS NO TIENEN HIJOS JUNTOS!—

Sin ningún tipo de arrepentimiento asestó una bofetad* en el rostro del muchacho el cual se quedó nuevamente asombrado de que su mejor amigo quien prometió jamás hacerle daño ya le había lastimado más de dos veces esa noche.

Finalmente nada más se supo ya que lo siguiente fue que un patronus de Lilith llegó para decirle a Baryonyx que tenía que ir urgente, así que se fue sin más.

[Cuarto de Silvain/Little Hangleton]
[a minutos para la tragedia]

—papá... ¿Con qué está jugando tu perro?—

Realmente iba a pasar del comentario de la pelirroja pero al ver que era papel asumió que era algo importante, se acercó y tomo el papel sin el más mínimo miedo y entre líneas leyó "invitado al funeral de Lyra".

«por eso es que me dejó el control el otro imbécil...»

No podía faltar cierto? Si lo invitaron era por que aquel muert* era alguien importante. Se cambió y le hizo colortus a la falda de la niña(?) Y sin más llegaron al dichoso funeral, esperando que por obra del destino nadie le prestará atención.

[Fies...Funeral de Lyra/Niideadeendondefueperoestababomnitoellugar]
[ya es la tragedia]

Dejando a la niña por allí abandonada se acercó a la urna mirando dentro, no le importaba en lo más mínimo pero quizás debía presentar sus respetos.

—no se quien chucha eras... Pero ojalá duermas eternamente...—

Ah, la vida, que curiosa, se iba en un cerrar de ojos y el pelinegro simplemente estaba allí, preguntándose si le iban a regañar por tocar al muert*.

Cuando finalmente lo hizo Adhara se paró a su lado.

—todos la extrañaremos...—

—disculpe... ¿Sabe quién es la muert*?—

—Ly, Lyra, si es una pérdida difícil de afrontar...—

Quizás ella creía que él estaba en negación, pero realmente no sabía quién era el difunto.

Segundos más tarde su tía Olivia se acercó a pasar el brazo por su espalda para consolarlo.

—¿Disculpe señorita nos conocemos?—

La albina solo lo miro contrariada y este le mantuvo la mirada buscando algún atisbo que reconociera en algún momento.

—¿Sil estas bien?—

—si, claro—

«al menos yo estoy vivo»

Quería decir pero prefirió omitirlo, no obstante en ese momento lo empujaron.

La magnitud con la que había sido empujado lo iba sacando de sus casillas.

—¿QUE LE PASA VEJESTORIO?—

No obstante cerro la boca de inmediato al ver como Adela levantaba la urna y la llevaba al barco vikingo que estaba allí. Es de sabios saber que batallas pelear y no pelearía una contra esa mujer que lo empujó.

Fionn saldría de su estupor para dar unas palabras, no se podía negar el dolor en sus palabras al decir que Lyra tenía un último deseo al partir de este mundo. Y así fue como varios agarraron arcos y flechas iniciando por el castaño. Las encendieron y tensaron los arcos.

—¿Esto es tradición o algo? Si es tradición lo quiero hacer...—

No podía quedarse simplemente callado, pero al no recibir una respuesta solo espero y tan pronto como soltaron la cuerda las piras se encendieron y el fuego comenzaría a consumir todo el barco, trayendo consigo el último adiós de la castaña.

Adhara había agachado la cabeza y movía sus labios sin pronunciar palabras por lo que asumió que estaba rezando, el resto se quedó en silencio y el, simplemente estaba allí, viendo las llamas consumir el cuerpo ajeno hasta que de algún modo Adela consiguió meterle un golpe sin querer, así todo quedó absolutamente negro.

—¿Qué hago aquí?—

Cuando despertó el barco ya casi se había consumido y el sólo atinó a preguntar de nuevo de quién era el funeral...

[Salon de Duelo/Hogwarts/]
[Horas antes de la tragedia]


Su mirada hacia el menor no dejaba de ser un reproche bastante evidente, mirada que ya comenzaba a hacer sentir ¿acosado? al adepto de fuego por que se acerco para preguntar que habia pasado para que le dedicara esas miradas de odio cada vez que lo veía. Su contestación fue igual de odiosa como su mirada, pensando quizás en que Magnus era muy poco hombre para meterse de lleno en un duelo en el que no se requeria su presencia y menos que lo atacaran entre varios como fue el caso(?).

Tras un intento de mediación el adepto de fuego decidio que podian tener un duelo formal para que se resolvieran todos los problemas, duelo que el adepto de oscuridad no negó, subieron a la tarima ambos, siendo vigilados de cerca por la gran profesora Elle y por la pequeña Anabel que veía por primera vez un duelo de adeptos.

Se prepararon ambos chicos, empezando Magnus el primer ataque, arremetiendo su fuego contra el pelinegro, quien se aparto y le respondio al ataque, (Pero como no recuerdo mucho y no tome ss pa relatarlo bien todo me male sal me meto una elipsis así bien perrona xD) Golpe tras golpe, patada tras patada ambos adeptos estaban casi en su limite pero ninguno iba a ceder tan facil, más que ellos eran las ganas de partir madres hablando entre ellas e impulsando a ambos muchachos a no rendirse de ningún modo, hasta que la tragedia llego...



Mientras ambos se encontraban peleando, Elle y Anabel se susurraban muy animadamente cosas, una enseñandole a la otra a supervisar un duelo, mientras que la menor solo veía como el par de hormonales orgullosos trataban de romperse la madre; uno quemado por el fuego del Slytherin y el otro azotado por la sombra del Gryffindor; y en su solo ver la niña decidio que lo mejor para darle salsa al meollo era girarles la tarima... Así fue como saco con elegancia la varita de su falsa hacha apunto a la tarima y sin dudarlo ni un segundo conjuro aquel hechizo...

Ambos muchachos ante el mínimo movimiento se quedaron más tiesos que pan de la semana pasada, las nauseas gradualmente fueron volviendose insoportables mientras la tarima giraba con ellos encima, en modo uy quieto, uno sin animos de vomitar, hasta que por fin, la tarima dejo de moverse y ambos dieron por terminado el duelo, siendo ganadora Anabel por default, habia sido una muy emocionante pelea hasta que la gano quien ni siquiera estaba participando en ella.

[Cocinas/Hogwarts/]
[Horas antes de la tragedia]


Luego de hacer sus rondas como diosito manda en Auroria, el adepto decidio pasar tiempo de calidad con su hija y su hermana, después de todo ahora era también profesor y podia andar por sus anchas en el colegio, termino llevando al pequeño Dorian consigo puesto que horas antes habia estado con el y Anabel brindandole consejos por unos ataques recibidos hacia su persona, cosa que el pelinegro encontraba repudiable de parte de alumnos mayores.

Luego de una charla muy amena Anabel se les incorporo, decidieron que cocinarian algo, era tarde, hacia hambre y esas niñas de cristo no habian comido, así que no le parecio descabellada la idea, siendo así padrino y ahijada empezaron a hacer los preparativos de la cena, unos panes con poshito, lechuga, tomates lo normal en un sandwich pero con l ligero cambio de que el no participaria en ensamblarlos.

—Padrino te puedes encargar tu del postre?—

Pregunto la bellisima, guapisima, poderosisima, y perri... ah no eso no, la pequeña albina, pregunta a la que el adepto no pudo negarse para nada.

—mmm~ es dificil decidir que hacer...—

Tras muchas ideas más tarde por fin habia decidido hacer algo gracias a las propuestas de su ahijadita.



Así como el buen flojo que es aplicaria "accio" para llamar todos aquellos ingredientes que necesitaba, atrapando todos con las ondulaciones de sombra que siempre iban a su lado saliendo de la misma en el suelo y de sus brazos como si se tratara de algun tentaculo; pero preferia que fuera así ya que mover ligeramente el brazo para tomar algo le daba flojera teniendo esa gran ventaja de no requerirlo; luego de organizarlo todo con la misma sombra haria un batidor y con la misma empezaria a batir los ingredientes para ahorrarse gran parte del trabajo, así solo tenia que calcular cadacuanto agregaba ingredientes.

Mientras el y Anabelita estaban de un lado preparando su gran obra culinaria, Haile, Aleja y Dorian estaban en la mesa esperando y hablando entre ellos sobre planes de vacaciones, el otro par aparte de mancharse la cara con la mezcla no estaban haciendo la gran cosa más que hablar de la vida.

(Al final si se comieron los panes pero no el postre pq se todos nos fuimos a mimir)

[Lago Negro/Hogwarts]
[Horas antes de la tragedia]
[Ahora mi vida es una tragedia luego de graduarme banda no lo hagan es una trampa]

—tiene que parecer que te ataque...—

La simple idea de que le lastimaran la carita no le agradaba pero trabajo era trabajo y no podia dejar de hacerlo.

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Al sentir el agua empezar a cubrirlo supo que aquello no iba a salir del todo bien, su primera reacción fue contener la respiración y esperar a hundirse un poco más, ellos no sabian lo que podía hacer y tampoco podia permitir que se enteraran hasta luego, cuando le parecio conveniente de su boca dejo salir algo de aire acompañado de un hilo de sombra, el cual se concentro en agrandar para cubrir su boca y nariz antes de volverlo tangible para poder respirar en la inmensidad de ese lago negroso, que le daba cierta sensación de poder ya que al ser tan oscuro le permitia utilizarlo a su favor.

Estuvo allí esperando un buen rato, con los ojos vendados, el cuerpo atado, un golpe en la gta, amordazado y no conforme arrastrado por todo el colegio hasta llegar al lago, cabe destacar que tampoco traia la varita consigo, pero allí vea batallando esperando que lo sacaran del lago o por otro lado quizás tocar el fondo para poder colarse en la sombra y aparecer en otro lado.



Y como diosito es grande si lo sacaron del lago, al detectar movimiento contuvo la respiración y desvanecio la sombra para permitir que el agua le invadiera la gta y poder actuar que se habia estado ahogando.

[Camerinos de Teatro/Hogwarts]
[Horas antes de la tragedia]
[Esta tragedia no fue mía laksdjalksdja]

Luego de haber iniciado su clase como religiosamente hacia vio como iban volando cosas de aquí para allá, con un poder como el de tragarse un objeto con la sombra para no devolverlo por supuesto no lo iba a dejar pasar, así como no iba a dejar pasar por alto el hecho de que no le estuvieran prestando atención, por lo que asíes, en el mismisimo momento en el que la bota de Liz estuvo en el aire este la capturo con la sombra y la jalo hacia la profundida de la misma para que aquella bota no volviera a verse hasta el día de hoy.



Ese día el perdió la paciencia pero Liz perdio más por que a día de hoy se le ha visto aun descalza por los pasillos del castillo, no recuerdo quien la lanzo, solo recuerdo haberla atrapado, Liz si lees esto, pide justicia por tu bota y pidele al que la lanzo que te la pague(?)

[Bosque nevado]
[Horas antes de la tragedia]
[16/01/1921]

—¿vinieron por voluntad propia?—

Habria preguntado Steven.

—si/creo que si—

Respondieron ambos pelinegros casi al mismo momento, solo que el adepto no esperaba el "creo" de parte del pecoso.




[Boda en el bosque]
[horas luego de la tragedia]
[16/01/1921]

Tomo sus manos luego de decir los votos, todos esperaban a los anillos, pero las muy queridas Haile y Anabel estaban comiendo moscas por que no se habian acercado. Al final cuando ambas llegaron el adepto no solto las manos de Baryonyx, solo por costumbre utilizo la sombra para tomar el anillo que el pondria en la mano de su esposo. Se concentro en alargar la sombra, extendiendola desde sus pies hasta los de Anabel en una delgada línea, posteriormente la alzo hasta que llego a su mano para tomar el anillo, seguido la devolvio hacia su inicio sin bajarla al suelo, Bary por otro lado estaba perplejo por que no podia soltarse las manos del agarre del otro, tuvo que proceder a agarrar el anillo con los labios de la mano de Haile, al final el azabache le solto las manos y pudieron proceder a ponerse los anillos.

—bueno... ya que se adelantaron una parte...—

Era la voz de Steven. al parecer ambos atorados estaba adelantandose a los pasos estipulados por el reverendo(?).

—Bary... "CREO" que te amo—