Nuevas Experiencias Parte I

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    Sin dudarlo ni un instante, con mi mochila en la espalda, tomé la mano de Thali. Hubo un estallido de luz blanca mezclado con un montón de cosas que ni sabia identificar, cerré los ojos como instinto, y al notar como la luz había vuelto a la normalidad los abrí de nuevo. Estábamos allí, en Queens. Mi sonrisa se agrandó, viendo todo los que me rodeaba, incluido Isaac, el cual con una sonrisilla suspiró para decir: “Por fin vacaciones”.
    Thali, tras despedirse se esfumó nuevamente. Según Isaac, las calles por las que transitábamos estaban intactas, como el las conocía. Había cosas que yo no conocía, las cuales eran muggles, una pista de algo llamado “skate” otra pista para jugar a “Baloncesto”, un deporte muggle.
    No tardamos mucho en encontrar lo que buscábamos, el orfanato Saint Mary.
    Vi como Isaac daba una sonrisita al ver las grandes puertas de madera.
    -Es aquí. -me miró para luego señalarme el orfanato con la mirada.
    -Lo supuse al ver que encima de la puerta ponía “Orfanato Saint Mary”…- Isaac me miró con una mueca neutra.- ¿Qué? Es verdad…
    -Venga va, entremos antes de que me quites las ganas…
    Solté una risilla para después seguirle el paso a Isaac. Nada mas entrar pude ver que había una mujer algo mayor con gafas y el pelo plateado, recogido en un ceñido moño. Iba vestida de negro, por lo que sus colgantes dorados resaltaban, sobre todo uno del cual colgaba una T hecha de lo que parecía un rubí. Tenia una postura erguida, y se apoyaba de un elegante bastón negro, y este también tenia una T. Elizabeth Thärgoth, o eso supongo…
    Isaac al verla se acercó para poder darle un gran abrazo y susurrarle algo lo cual no pude llegar a escuchar. Seguidamente la mujer se acercó a mi con una sonrisa, así que no me lo pensé dos veces y me acerqué a abrazarla algo emocionada por conocerla.
    -Encantada de conocerla señorita Thärgoth- Dije aún sabiendo que la mujer era ya algo mayor.
    -¿Señorita? Ya me gustaría… Creo que tu eres la actual señorita Thärgoth, ¿o me equivoco?
    -Tal vez tiene razón- Diría soltando una risilla.
    -Llámame Elizabeth.
    Elizabeth procedió a enseñarnos el orfanato, ya que yo no lo conocía. Cuando Elizabeth nos enseñó el despacho, vimos que allí había un hombre mayor, el cual supuse que era William.
    Tras una breve presentación de mi parte, la cual no hacia falta, pues al parecer me conocía de sobra, decidimos continuar la visita al orfanato.
    Cuando ya habíamos visto todo el orfanato, el cual por cierto era muy bonito, Elizabeth decidió que era hora de llevarnos a casa, para poder dejar las maletas e instalarnos.
    A medida que caminábamos por el barrio, el aspecto de este mejoraba, de hecho, parecía otro. La casa de los Thärgoth era algo grande y se veía muy bonita y elegante. Elizabeth nos guio hasta el ático, donde Isaac y yo nos quedaríamos. Habían preparadas dos camas individuales, había algunos muebles muy bonitos, un espejo, sin duda era un lugar agradable.
    Elizabeth se retiró para que nos pudiéremos instalar tranquilamente. Mientras que Isaac escogía una cama y comenzaba a sacar cachivaches de su bolsa, yo me decidí por sacar papel de pergamino y pluma para poder escribir una carta, así que me senté en la repisa de la ventana y me puse a escribir mientras contemplaba Nueva York desde la ventana.
     
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