Nuevas Experiencias Parte II

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    Después de que Isaac descubriera que me habia hecho un tatuaje no se como lo convencí para que volviera a dejarme salir, pero salí, y me puse un arito en la nariz, cosa que a Isaac tampoco le hizo gracia, pero lo dejó pasar. Por lo que se, salía bastante con Dutch, así que por lo general yo salia a pasear por las calles de Queens o me quedaba charlando con Elizabeth, eso si no me hacía ayudarla con algunas tareas.

    Hoy es el último dia que estaremos en Estados Unidos, mañana tenemos que volver a Londres, tengo cosas que comprar en el callejón Diagon y todo eso. Estaba guardando algunos regalos que habia comprado para Mike y Nicholas en la maleta cuando Isaac entró en la habitación.
    -Pequeñaja, ¿has visto los carteles por las calles?
    -¿Que carteles? No me he fijado la verdad... -Creo que no se disimular, porque claramente habia visto todos los carteles que anunciaban la llegada de un circo al barrio de Queens. Estaba muy emocionada porque tal vez Isaac me ofrecia ir.
    -No sabes mentir. Ya no te llevo al circo.
    -¡No no no! ¡Llevame papá! Porfi porfi porfi porfi porfi por--
    -Ya ya... ¿Quieres ir?
    -¡Si! ¡Esta claro que si!
    -Pues tus "complemetos" hechos sin permiso no opinan lo mismo...
    -Ya... -Me balanceé sobre mis pies mientra me rascaba la nuca.- ¿Porfi?
    -Bueno, te voy a llevar, pero solo porque yo tambien quiero ir.

    Estaba cada vez mas emocionada, caminabamos hacia donde estaba el circo y yo no podia parar de hablar o pegar saltitos de la emoción. Contra mas nos acercabamos mas se comenzaba a escuchar la musica, una melodia muy animada y pegadiza. Isaac pagó dos entradas y yo sin más corrí hacia dentro. Un olor dulce invadió mis fosas nasales. Un montón de lucecitas de colores adornaban una gran carpa que se alzaba ante mi. Todo era alucinante. Me giré para buscar a Isaac y vi que se acercaba a mi con una cosa que parecia una nube de color rosa y azul.
    -¿Que es eso? Huele de maravilla.
    -Algodón de azucar, para ti.
    -¿Se come entonces?
    Isaac asintió tras entregarme la nuvecita de azucar. Tomé un pellizco de ese algodón para poder comermelo. Miré a Isaac sonriente mientras comia aquella delicia y pegué algunos saltitos viendo todo lo de mi alrededor.
    Tras haberme acabado aquello decidimos entrar a la gran carpa porque el espectaculo estaba por comenzar. Primero salió un "mago" el cual se hacia llamar El Descendiente, ya que decia ser aprendiz de un tal Houdini. Ni idea de quien era, pero parecia ser importante. Todos los trucos que hacia parecian ser trucos visuales, no impresionaban mucho, pero si que eran entretenidos. Despues de ese señor llegó un domador de tigres. Nunca habia visto a un tigre, pero parecian gatos grandes y eran adorables. Al final de todo llegó lo que yo esperaba, los acrobatas. Sinceramente, me sorprendí mucho, ya que realmente usaban de todo para poder dar volteretas y balancerse en el aire. Algún dia me gustaria poder llegar a hacer eso.
    Creo que esa noche volví a ser aquella niña que siempre iba feliz por los pasillos del castillo. De hecho, juraria haber visto en Isaac a su yo de hace unos años, cuando lo conocí. Realmente el vernos así de felices me hizo despejarme un poco.
    Al salir del circo fuímos directos a la casa de los Thargoth, ambos terminamos de hacer las maletas, nos metimos en nuestras camas y apagamos la luz.
    -Isaac.
    -Mhm...
    -Gracias por todo. Te quiero papá. Buenas noches.
    -Yo tambien te quiero hija. Descansa.

    Y tras eso me dormí con una sonrisa tranquila en el rostro.
     
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