Un año nuevo, una familia nueva

II
Un año nuevo, una familia nueva.

Movió suavemente la cabeza de un lado a otro tarareando en silencio, acostada sobre el piso de madera mientras su muñeca se movía con energía para terminar de colorear su nuevo dibujo, la hoja era inmensa, aún más grande que el papel de su diario que usaba para ilustrar sus aventuras.

Le había prometido a su nueva madre que haría un retrato familiar, y como referencia usó primeramente su cena de navidad y año nuevo en casa de su tía Ophelia. Aún recordaba ese día con adoración, sucedieron muchas cosas extrañas y ganaron algunos juegos, comieron entre una agradable conversación (y tal vez sacrificaron al tío Fionn).

Finalmente, el ultimo fragmento de color fue terminado, su muñeca dolía, apenas podía sostener el crayon casi terminado en su mano pero sonrió, se levantó de un salto para poder ver de lejos como había quedado la gran hoja de pergamino. Hasta donde podía ver, le gustaba, había un desatre de papel y cajas de crayon regadas en el suelo junto a la inmensa cantidad de crayones rotos.

Había tardado más tiempo del que le hubiera gustado pero nunca antes había hecho un dibujo tan grande. Sabía que faltaban muchas personas, su hermano mayor una de las más importantes, pero no encontraba forma de ponerlo en la foto sin saber si le gustaría ¿usaría un suéter azul? ¿o verde? ¿que tal si quería un gorrito de navidad y no una diadema de reno?

Después podría preocuparse por pintar adecuadamente a cada uno de ellos. No tenía problema en volver a realizar el retrato, quizá su mamá sí, por la gran cantidad de crayones que debía usar para una sola persona...

Lo pensaría después. Enrolló con dificultad la gran hoja de papel y la levantó del suelo para correr con su madre, ahora podían pegarlo en la pared sin ningún problema.